Es evidente que la nueva reforma fiscal va a traer cambios importantes en todos los órdenes. Desde luego también en la fiscalidad de los depósitos, que como veremos va a sufrir una progresiva modificación a partir de este año 2014.
Esta modificación de la fiscalidad del ahorro, que afecta también otros productos como las cuentas remuneradas por ejemplo, viene acompañada en el caso de los depósitos de un modelo de producto de ahorro novedoso impulsado también en el marco de la reforma fiscal, el Plan Ahorro 5 al que dedicaremos próximamente un artículo.
En general los principales cambios en la tributación de los depósitos tiene que ver con la reducción progresiva de los tipos a aplicar. Como podemos comprobar en el siguiente cuadro se trata de una modificación progresiva que irá evolucionando con la reducción de los tipos en función de los tramos de ganancias.
Como podemos comprobar diferencias en todos los tramos de ganancias, que se traducen en el que en un plazo de dos años el tipo aplicable para ganancias hasta €6000 se reduzca en dos puntos, el de las ganancias hasta los €24,000 lo haga cuatro puntos igual que los beneficios a partir de €50,000, siendo el tramo en el que mayor diferencia existirá el de las ganancias entre €24,000 y €50,000, donde ese paso de los tipos de interés del 27% en 2014 al 21% 2016 supone efectivamente un retroceso de seis puntos.
Tras el anuncio de la reforma fiscal las salas de máquinas de las entidades financieras se encuentran en pleno proceso de revisión de las posturas en relación a los depósitos, sin embargo la aparición del citado Plan Ahorro 5 no permite calibrar realmente hasta dónde podemos encontrarnos modificaciones en el resto de imposiciones a plazo, algo que sí parece que va a ocurrir pero que es muy difícil vaticinar aún con cuánto calado.
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