Depósitos a plazo fijo: ¿merece la pena invertir en productos europeos en 2025?

La vieja confiable que vuelve a brillar

No hace tanto, hablar de depósitos a plazo fijo era casi como hablar de un casete: seguro, sí… pero algo del pasado. Rentabilidades planas, cero emoción. Pues bien, 2025 ha traído una vuelta de tuerca. Y si no estabas mirando hacia Europa, quizá sea hora de girar la cabeza.

Porque sí, los bancos europeos están ofreciendo rentabilidades más que decentes. Nada loco, no es el bitcoin ni mucho menos, pero suficiente para que muchos perfiles conservadores estén volviendo a mirar estos productos con otros ojos. Y lo mejor es que lo hacen sin perder de vista lo más valioso: la seguridad.

Hay entidades europeas ahora mismo que están ofreciendo hasta un 3,25% TAE a 3 meses. No es fantasía. Es real. Y en un entorno donde el BCE ha mantenido los tipos altos para contener la inflación, lo lógico es que este tipo de productos se revaloricen.

¿Dónde están las oportunidades?

Vamos a hablar claro. Si estás pensando en meter tu dinero en un depósito europeo, hay cosas que tienes que tener muy presentes.

Una, por supuesto, es el tipo de interés que ofrecen. Pero la otra, igual de importante, es la protección. Y aquí viene una de las claves: todos los depósitos contratados en bancos europeos están cubiertos por el Fondo de Garantía de Depósitos de la UE. Eso significa que, si el banco quiebra, tienes cubiertos hasta 100.000 € por titular y por entidad. Respira tranquilo.

Entre los más atractivos que puedes encontrar ahora mismo:

  • Banco BiG (Portugal): ofrece un 3,25% TAE a 3 meses, exclusivo para nuevos clientes. Inversión mínima: 10.000 €.

  • MyInvestor (España): ofrece un 2,50% TAE también a 3 meses, misma cantidad mínima.

Eso sí, hay que tener en cuenta que muchos de estos depósitos tienen condiciones concretas: para nuevos clientes, cantidades mínimas, vencimientos fijos… No es llegar y besar el santo, pero si encajas, puede ser una buena jugada.

¿Y si no quiero complicarme?

Pues entonces estás en el lugar correcto. Porque un depósito a plazo fijo no tiene más misterio que esto: metes tu dinero, lo dejas tranquilo unos meses (o años), y cuando acaba el plazo, te devuelven el capital + intereses. Sin sustos, sin comisiones raras, sin mirar la bolsa todos los días.

Eso sí, si crees que vas a necesitar el dinero antes del vencimiento, piénsatelo bien. Romper un depósito antes de tiempo suele implicar penalizaciones o pérdida de intereses. Así que antes de lanzarte, asegúrate de que esa cantidad la puedes “olvidar” durante el plazo que dure el producto.

En resumen, si estás buscando una opción segura, sin sobresaltos y con una rentabilidad más que aceptable, los depósitos europeos vuelven a tener sentido. No te van a hacer rico, pero sí te pueden ayudar a proteger tu dinero y sacarle algo de rendimiento mientras esperas tiempos más movidos. Y eso, en 2025, no es poca cosa.