Depósitos al 4 % otra vez: ojo a las condiciones disfrazadas detrás de los llamados ‘superdepósitos

Otra vez vuelven a sonar con fuerza. Anuncios de depósitos al 4 %, promesas de alta rentabilidad en poco tiempo y titulares que te hacen pensar que por fin tu dinero vuelve a trabajar de verdad. Después de años con intereses casi inexistentes, esta cifra llama la atención, y mucho. Pero aquí conviene parar un segundo. Porque detrás de muchos de estos llamados superdepósitos hay condiciones que no siempre se ven a primera vista.

El 4 % existe, sí. No es humo. Pero no siempre es para todo el mundo, ni durante mucho tiempo, ni en cualquier situación. Por eso es importante entender bien qué estás contratando antes de llevarte una alegría que luego se convierta en decepción.

Dónde está realmente la trampa de muchos superdepósitos

El primer punto que tienes que mirar es el plazo. La mayoría de estos depósitos al 4 % son a muy corto plazo. A uno, dos o tres meses. Y aquí aparece la primera distorsión. El 4 % suena enorme, pero aplicado a un periodo tan corto, el beneficio real es mucho más pequeño de lo que parece.

Es decir, tu dinero apenas da tiempo a generar intereses. Cuando haces las cuentas con calma, te das cuenta de que la ganancia absoluta no es tan espectacular como imaginabas al ver ese porcentaje tan redondo.

El segundo punto delicado es el importe mínimo. Muchos de estos depósitos exigen cantidades elevadas para poder acceder al tipo máximo. Si no llegas a cierto umbral, el interés baja bastante. O directamente no puedes contratar ese producto. Y aquí es donde mucha gente se queda fuera o entra sin darse cuenta de que hay escalones ocultos.

Otro clásico es la letra pequeña sobre el perfil del cliente. Muchos superdepósitos están pensados solo para nuevos clientes. Si ya llevas años con tu banco, puede que esa oferta no sea para ti. Y si lo es, puede exigir que domicilies nómina, que contrates otros productos o que cumplas una serie de requisitos que no siempre compensan.

También es importante fijarse en el origen de la entidad. No todos los bancos que ofrecen estos depósitos están respaldados por el mismo sistema de protección. Esto no significa que sean inseguros, pero sí que debes tener muy claro dónde está protegido tu dinero y hasta qué cantidad.

Y por último, hay un detalle que mucha gente pasa por alto. Algunos de estos depósitos no permiten retirar el dinero antes de vencimiento sin penalización. Si necesitas liquidez antes de tiempo, puedes perder buena parte del interés o incluso algo del capital.

Todo eso no invalida el producto, pero sí cambia mucho la foto real del famoso 4 %.

Cómo valorar si uno de estos depósitos te conviene de verdad

Aquí la clave no es si el 4 % es bueno o malo. La clave es si ese depósito encaja contigo, con tu dinero y con tus necesidades reales. Porque no todo el mundo busca lo mismo cuando ahorra.

Lo primero es preguntarte para qué necesitas ese dinero. Si sabes que no lo vas a tocar en unos meses, un depósito a corto plazo puede tener sentido. Si ese dinero puede hacerte falta en cualquier momento, quizá no es el producto más adecuado.

Luego tienes que mirar el beneficio real, no el porcentaje. Cuánto ganas exactamente al final del plazo. A veces la cifra en euros es tan pequeña que no compensa el esfuerzo de mover el dinero, abrir una cuenta nueva o cumplir condiciones extra.

Después entra en juego el riesgo, por pequeño que sea. Un buen depósito no solo es el que paga más, sino el que te deja dormir tranquilo. Saber que tu dinero está bien protegido también forma parte de la rentabilidad, aunque no salga en ningún folleto.

Y por último está el tema fiscal. Los intereses tributan. No es un drama, pero es algo que debes tener en cuenta para que no te lleves sorpresas cuando llegue la declaración.

Si necesitas una referencia rápida, estas son las variables que de verdad importan cuando te ofrecen un superdepósito.

Cantidad mínima exigida
Plazo real del depósito
Interés total en euros, no solo en porcentaje
Condiciones para nuevos clientes
Protección del dinero
Penalizaciones por cancelación

Con esto sobre la mesa, ya puedes decidir con criterio.

En 2025 el escenario es claro. Los bancos necesitan captar ahorro de nuevo. Los tipos oficiales ya no están en máximos, pero siguen lo bastante altos como para que algunas entidades lancen ofertas agresivas. Esto es una oportunidad, sí. Pero también es un terreno donde la publicidad va muy por delante de la realidad del producto.

Un depósito al 4 % no es mentira. Lo que pasa es que muchas veces ese 4 % no es lo que acabas ganando en la práctica. Por eso conviene huir del impulso y pensar con calma.

Si tienes tus ahorros parados, mirar estos productos tiene todo el sentido. Pero hazlo con lupa. No te quedes solo con el número grande del anuncio. Mira lo que hay debajo, porque ahí es donde está la diferencia entre una buena decisión y una decepción más.