Depósitos extranjeros desde España: ventajas y precauciones para ahorradores
Si estás pensando en diversificar tus ahorros más allá de las entidades españolas, es buen momento para echar un vistazo a lo que ofrecen los depósitos en bancos extranjeros desde España. El motivo: algunos están pagando mejores tipos que aquí, pero también tienen matices que no se deben obviar. Aquí verás de forma clara lo que debes considerar para no llevarte sustos.
Lo primero que me gustaría que te quede claro: sí, es posible contratarlos y sí, pueden tener sentido. Por ejemplo, según los datos más recientes, los ahorradores españoles ya tienen más de 10.200 millones de euros depositados en bancos de la Unión Europea distintos al español, lo que representa alrededor del 1 % del total de depósitos domésticos. Eso indica que cada vez más gente ve esta opción como alternativa. (Nota: se trata de una cifra oficial reciente).
Ahora bien, “ver que se puede” no equivale a “es lo ideal para ti”. Hay ventajas reales y también precauciones importantes, y si las controlas, puedes sacarle partido con tranquilidad.
Ventajas que pueden atraer
Una de las razones que explica por qué muchos españoles miran estos productos es que, los tipos de interés ofrecidos por bancos de otros países europeos suelen superar los que se ven en España. Algunas entidades en el extranjero ya ofrecen rentabilidades de más del 3 % TAE para depósitos a plazo, frente a tipos mucho más reducidos en el mercado nacional. Además, si el banco está situado en un país de la Unión Europea, tus fondos suelen estar protegidos por un Fondo de Garantía de Depósitos que cubre hasta 100.000 € por titular y entidad, lo que deja al ahorro con un nivel de seguridad similar al que tienes en España. También la operativa puede ser ágil, 100 % online, sin necesidad de desplazamientos ni oficinas físicas. Y, por último, el hecho de diversificar geográficamente tus ahorros, es decir, no tenerlos todos en el mismo país, también tiene su lógica: reduce el riesgo de “todo depende de lo que pase en España”.
Para ti que estás ahorrando, esto significa que si el banco español que tienes actualmente te ofrece un interés bajo, mirar fuera puede tener ventaja. Si lo haces bien.
Precauciones que no puedes ignorar
Ahora bien, que haya ventajas no te exime de ser riguroso: abrir un depósito en el extranjero implica atender a varios apartados que suelen pasarse por alto. Por ejemplo, aunque el banco esté en la UE y tenga cobertura del fondo de garantía, deberías comprobar la solvencia del banco y del país: no todos los países tienen la misma fortaleza económica o la misma tranquilidad institucional. Además, algunos de esos depósitos tienen una inversión mínima bastante elevada, lo que limita la opción para ahorradores modestos.
Otro tema clave: la fiscalidad. Los rendimientos que logres desde un depósito extranjero tributan en España como rendimiento del capital mobiliario, al igual que los nacionales. Pero si el banco te ha retenido ya en origen impuestos, tendrás que ver cómo evitas la doble imposición. Y si tienes más de 50.000 € en depósitos o cuentas en el extranjero, estás obligado a presentar el Modelo 720 antes del 31 de marzo del año siguiente: no hacerlo puede conllevar sanciones.
También es importante considerar que la divisa en la que está el depósito puede afectar la rentabilidad final si no es el euro: el riesgo divisa entra en juego.
Y por último: en caso de necesitar disponer del dinero antes del vencimiento, los depósitos en bancos extranjeros pueden tener condiciones más rígidas de cancelación anticipada o penalizaciones poco favorables.
En definitiva, si tu objetivo es sacar mayor rentabilidad sin asumir riesgos descontrolados, esta opción puede enriquecer tu estrategia de ahorro. Pero no como una alternativa sin frenos. Evalúa bien la entidad, el país, la cláusula de cancelación, los impuestos y cómo te afecta el hecho de estar fuera de España. No es que cambies radicalmente, sino que añades una capa más de análisis. Si lo haces con cabeza, podrás combinar tus depósitos nacionales con alguno internacional para obtener un poco más, siempre sin poner en peligro lo que no puedes permitirte perder.
Así que mi consejo para ti es que antes de firmar ese depósito extranjero, te plantees tres preguntas: ¿Cuánto ganas más que con un banco español?, ¿Qué pasa si necesito mi dinero antes del plazo?, y ¿Cómo tributo por esos intereses? Si tienes respuestas claras, adelante. Si alguna se te queda en el aire, mejor esperar o quedarte con una opción más simple.