Llevamos meses hablando del euríbor como si solo tuviera efecto sobre las hipotecas. Y sí, es verdad que quienes tienen una hipoteca variable están empezando a respirar un poco más tranquilos. Pero hay otra cara de la moneda que no se comenta tanto: cómo influye esta caída en los depósitos a plazo fijo. Porque aunque parezca que son cosas distintas, van de la mano. Y si estás pensando en abrir uno, o ya lo tienes firmado, te interesa más de lo que crees.
El euríbor cerró mayo con su mayor bajada interanual desde 2009. Y aunque pueda parecer una buena noticia generalizada, lo cierto es que para los ahorradores conservadores, que apuestan por productos garantizados como los depósitos, las consecuencias no son tan agradables. El escenario cambia, y con él, lo que te ofrece el banco cuando vas a dejar tu dinero quieto unos meses.
Qué está pasando con los depósitos contratados ahora
Si contrataste tu depósito a principios de año, es probable que pillaras una de esas ofertas buenas, con rentabilidades por encima del 3 %. Era el momento dulce, cuando los bancos aún competían por captar liquidez antes de que se confirmaran las bajadas de tipos. Ahora, con el euríbor en claro retroceso y los tipos de interés europeos ya ajustados a la baja, la situación es otra.
Lo que antes era una rentabilidad estándar empieza a parecer una excepción. Los depósitos han empezado a recortarse, y no poco. Muchas entidades han reajustado las condiciones, bajando el interés que ofrecen tanto en plazos cortos como largos. En algunos casos, los productos que hace poco se publicitaban al 2,5 % o 2,75 % ya se mueven en torno al 1,8 % o incluso menos, especialmente si el plazo supera los seis meses.
Y si estás dentro de un depósito actual, claro, no te afecta a lo ya contratado. Pero sí influye si estás valorando renovar, ampliar o mover tu dinero a otro producto. En un contexto de bajada del euríbor, el interés por remunerar los depósitos se reduce, y eso se nota enseguida en la oferta que encuentras.
Qué puedes esperar en los próximos meses
Es bastante probable que el euríbor siga cayendo durante el resto del año, o al menos se mantenga estable en niveles más bajos. Y eso significa que los bancos tendrán aún menos presión para ofrecer rentabilidades atractivas por tu dinero. Si el precio del dinero baja, para ellos ya no es tan urgente captar depósitos ofreciendo condiciones generosas.
Aquí entra en juego tu capacidad de anticiparte. Si aún ves un depósito al 2 % o más, plantéatelo bien, porque puede que no duren demasiado. Otra opción es optar por plazos más cortos, esperando que en un futuro se estabilice la tendencia y puedas volver a encontrar algo mejor sin atarte demasiado tiempo.
Lo importante es que no te dejes llevar solo por el titular. Mira las condiciones, revisa la penalización por cancelación anticipada, y piensa en qué horizonte temporal te interesa más. El euríbor te está diciendo que la época dorada de los depósitos podría estar enfriándose. Y si te pillas los dedos con un producto largo y poco rentable, te va a costar más sacarle partido a tus ahorros.